Cuando hablamos de ir a divertirse en la nieve, parece que estemos pensando en hacer una excursión a la sierra o incluso salir de Madrid para buscar un puerto de montaña. Y es que parece mentira que hace apenas sólo unos años fuese una cosa común ver todo Suanzes pintado de blanco.
La zona del parque siempre se ha caracterizado por ser algo más fría y húmeda, condiciones ideales para que, llegado el inverno, pudiésemos disfrutar de al menos tres o cuatro centímetros de nieve.
Desde guerras de bolas de nieve, pasando por muñecos de nieve o los clásicos ángeles, han sido muchos los años que hemos podido jugar y divertirnos junto con el resto de niños del parque.
Aunque sin duda hubo año que no podríamos olvidad, ya que vimos algo excepcional y único: un iglú.
Con una altura igual a la de un hombre adulto una pequeña puerta por la que incluso los niños debíamos agacharnos para entrar, este iglú contaba con espacio dentro para refugiar a varios niños.
Si bien a día de hoy seguimos sin saber quién o quienes fueron los encargados de este impresionante proyecto, por nuestra parte seguimos mandando nuestro agradecimiento por darnos un recuerdo sin duda inolvidable.
Escrito por Los hermanos Malo Roldán